Isonomía Consultores en La Nación – 31/10/2015

Un dilema indefinido en el que influyen demasiados factores

Por: Pablo Knopoff

La segunda vuelta implica una nueva elección ciudadana. Esta idea no se vincula únicamente al hecho de asistir nuevamente a las urnas, sino a la potencial reconfiguración de las motivaciones de los electores que asistan a los comicios. Es lógico pensar que se conecta con lo sucedido en las anteriores, pero es otra instancia que merece ser analizada de cero partiendo de intentar comprender lo sucedido en las elecciones del domingo. En tal sentido, es posible observar que un elemento determinante de las elecciones fue la “kirchnerización” de Daniel Scioli desde la comunicación, la “foto” política cotidiana, y, fundamentalmente, desde sus reacciones. Este fenómeno le permitió a Mauricio Macri potenciar su posicionamiento dado que parte de su identidad se construye desde la diferenciación con el kirchnerismo.

Vale también observar que las pasadas elecciones y las venideras se ordenan esencialmente desde dos elementos: la relación con el kirchnerismo y la agenda ciudadana del primer metro cuadrado. Esto es, desde las pasiones dicotómicas que generó el kirchnerismo (que contiene elementos de forma y de fondo) y desde cómo perciben los argentinos los problemas, sueños y temores que afectan muy directamente su vida cotidiana. Ambos candidatos tienen desafíos dispares pero difíciles en tal sentido, dado que deben lograr tender puentes con electores que pivotean entre kirchnerismo/no kirchnerismo y lograr que confíen en que su primer metro cuadrado estará mejor si acompaña su propuesta electoral.

En este sentido, merece una mención lo sucedido en la provincia de Buenos Aires. María Eugenia Vidal frente a Aníbal Fernández terminó representando la diferencia entre las propuestas, con más nitidez, para algunos electores, que, inclusive, la expresada por sus propios candidatos a presidente. La fuerza de esta dicotomía fue tal que implicó un alto nivel de corte de boleta que revela de fondo la convicción de la intención de cambiar en la provincia. La claridad de la comunicación de Vidal sobre la inexistencia de una segunda vuelta en la provincia tuvo efecto en su elección, pero también en la de Macri, aun por fuera de la provincia de Buenos Aires.

Por otra parte, habrá muchas miradas sobre lo que digan o hagan quienes fueron votados y que no competirán en el ballottage, con especial atención sobre Sergio Massa. Serán importantes sus definiciones, pero más importantes serán las de los propios electores, siendo que ellos, más que el resto, sentirán que están en una nueva elección.

Otro elemento trascendente es que un cuarto de la población, aun a solo días del pasado domingo, manifestaba no haber decidido con certeza su voto, o no haber escuchado alguna información sobre Daniel Scioli, Mauricio Macri o Sergio Massa. Tal desapego o apatía en esos electores puede ser el factor que haya resuelto que el crecimiento de la intención de voto de Macri tuviese mayor potencia de lo previsible. Por eso, será central monitorear cómo y cuándo resuelven los electores su voto de cara al ballottage.

Asimismo, será de crucial incidencia la variación de participación y cómo la cantidad de electores pueden afectar el resultado. Habrá que observar la participación en la segunda vuelta, así como el voto en blanco, siendo que en la proyección final, en un contexto de suma cero por la existencia de sólo dos candidatos multiplica la incidencia del movimiento de cada voto.

Por último, cuál sea el dilema que se dirima en la elección es central. Esa situación aún no se ha clarificado y podemos estar frente a una elección donde la dicotomía que se potencia sea kirchnerismo/no kirchnerismo, cambio/continuidad, Macri/Scioli o una combinación de todo ello. La potencia de este fenómeno incidirá obviamente en el resultado de la elección.

Faltan sólo días para la elección pero la experiencia reciente muestra que estamos lejos. Lo importante es que el tiempo ordenará a los candidatos, sus propuestas y desafíos, pero más importante es que el ciudadano será el que determinará cuál es el dilema del ballottage, cuándo les dará a los candidatos su atención, y a quien elegirá.

Director de Isonomía Consultores