Isonomía Consultores en La Nación – 17/07/2016

El kirchnerismo puede sobrevivir a López, pero no a ser oposición

Por: Pablo Knopoff

Las imágenes de José López representan desde lo simbólico un golpe enorme para el kirchnerismo. Al igual que Lázaro Báez preso, los dólares de “La Rosadita” o los de Florencia Kirchner, son imágenes que pueden llevar a la tentación de pensar en el fin del Frente para la Victoria.

Vale decir, no obstante, que el kirchnerismo ha revertido situaciones sumamente complicadas como el conflicto con el campo y la derrota legislativa de 2009. Tal vez exista una situación que termine funcionando como una herida de muerte y los bolsos de López pueden llegar a serlo, pero en el contexto actual existen particularidades que merecen cierta atención para no caer en conclusiones apresuradas.

El kirchnerismo fue efectivo en construir un relato y una épica con enormes apelaciones emocionales, pero que se solidificó, con complicaciones en los últimos años, con mejoras en muchos “primeros metros cuadrados” (nuevas jubilaciones, asignaciones familiares, más empleo, mayores niveles de consumo).

En algún punto, se pensaba que podía estar interpelando a todo aquel elector que, en principio, no se sintiera representado o tuviera dudas sobre el actual gobierno

El problema radica en que en estos segmentos la ex presidenta perdió apoyo desde diciembre a julio de manera preocupante: en el segmento que aprueba a Mauricio Macri con debilidad, pasó de tener 69% de aprobación a 34%, y en el que rechaza masivamente a la actual administración, paso de 85% de aprobación a 61%. Esto se explica, al menos en parte, porque esos electores que desaprueban o dudan sobre la actualidad, encuentran en la ex presidenta alguien que tiene una agenda que contiene más temas de política y justicia, que las problemáticas que los preocupan día a día y que inciden directamente en su primer metro cuadrado. En cierta forma, se sienten desamparados.

El avance de esta situación condiciona fuertemente el mapa político actual y el mandato de la elección del año venidero. No queda claro aún quién puede ser el heredero de esos electores en caso de que el proceso de erosión continúe.

Lo que es evidente es que el kirchnerismo perdió algo más que las elecciones el año pasado y es la capacidad de modificar la realidad de los argentinos. Fue precisamente eso lo que le permitió ocupar un lugar central en el esquema político durante 12 años y ahora debe sobrevivir a esta nueva realidad, independientemente de los bolsos de López.

El autor es director de Isonomía Consultores