Isonomía Consultores en Clarín – 21/05/2016

Inflación y tarifas generan preocupación y tensan la calle

Por: Marcelo Canton

La ley antidespidos ocupó justo un mes el foco del debate político. El 20 de abril tuvo dictamen en comisión tanto en la Cámara de Diputados como en Senadores. En 30 días fueron el debate parlamentario, el multitudinario acto de apoyo de las CGT y las CTA, la convocatoria del Gobierno a los empresarios, el frustrado intento de que los gremios acuerden con los privados, la negociación con Sergio Massa, la sanción, y el veto. Un mes febril durante el cual el resto de la agenda quedó subsumida. Pero ahora ya está, la ley parece condenada a no aplicarse (difícilmente la oposición insista en el Congreso). Y de discutirse un tema que no era central en la realidad económica (ninguna estadística muestra despidos masivos) se pasa a otros que sí calientan los espíritus: inflación y tarifas. Y el ánimo del consumidor, tan cercano a la intención de voto, se derrumba.

El debate de la ley antidespidos dejará mucha tela para cortar en el análisis político. Mauricio Macri, ¿salió debilitado o fortalecido del veto? En la Casa Rosada lo ven como una decisión que demuestra liderazgo. ¿Será así? Otro punto que dejó la discusión es que, aunque no llegaron a buen puerto, se abrieron negociaciones entre todas las vertientes del peronismo: El FpV, los disidentes, y el Frente Renovador. Eso es mala noticia para el macrismo. Pero antes de que eso llegue a preocuparlos, tienen una agenda más urgente para seguir de cerca.

La luz subió en febrero; el gas, el agua y el colectivo, en abril. La inflación del mes pasado fue altísima: 6,5%. Pero hay un desfasaje entre los hechos y la reacción social, cuando la población siente el impacto en forma plena. Y eso está sucediendo justo ahora. “Estamos pasando el peor momento de la economía, las últimas semanas son las peores”, reconocen en la Casa Rosada.

“La inflación rompió la dinámica de la política -dice Juan Germano, de Isonomía-. En el caso del empleo, quienes están en contra de Macri temen por su trabajo, pero quienes apoyan al Gobierno no tienen ese temor. En cambio, la inflación atraviesa a todos, preocupa a todos”.

Otra perspectiva: los datos de la Confianza del Consumidor que mide la Universidad Di Tella. En abril cayó un 10,3% respecto a marzo. Cuando preguntan a la población sobre su situación económica personal, la caída es abrumadora: retrocedió 24,4% respecto al año pasado. La peor percepción de la economía, además, está en el Gran Buenos Aires, el territorio más difícil para el Gobierno. Y, el dato más fuerte, quizás, es que caen un 8,2% las Expectativas futuras, la esperanza de que la situación mejore hacia adelante. Perder la sensación de que hay una luz al final del túnel es lo peor. De hecho, en el Gobierno apuestan a que las encuestas hasta ahora les marcan que una parte sustancial de la población “tiene paciencia”, que acepta esperar “hasta comienzos del año próximo” antes de ver una mejoría económica, según surge de los focus group que manejan en la Rosada.

El pan por arriba de $ 40 más el tarifazo a los clubes de barrio, dos temas que invadieron a principios de semana los medios, abrieron la puerta a reacciones sociales en esa línea de “el tiempo se acaba”. Entre ellas, los amparos judiciales contra las subas de tarifas. Un gobernador (Mario Das Neves), la denunciadora más consistente de Lázaro Báez (Margarita Stolbizer), legisladores radicales (de Santa Cruz) son sólo algunos de los que los presentaron, con suerte diversa. Pero muestran un límite a los ajustes que hasta ahora habían corrido sin tanta resistencia. Ayer el Gobierno intentó dar respuesta con una ampliación de la tarifa social.

El fondo de la cuestión es la caída del poder adquisitivo de los salarios. Ayer desde el Gobierno intentaban marcar un límite a esa situación. Decían que los precios “ya se están desacelerando”, y que eso quedaba demostrado en que la inflación mayorista de abril fue del 1,9%. Pero eso no se siente en la opinión pública.

Barrios de Pie había convocado a una movilización a los supermercados ayer para pedir alimentos. A último momento la frenaron: fue luego de que la Provincia les prometiera los alimentos para abastecer 500 merenderos y una reunión el lunes para discutir ayuda hacia el futuro. Reacciones de último momento ante una calle que se tensa.