Isonomía Consultores en La Nación – 17/07/2015

Educación: el 86% dice que el tema no está en la agenda de los presidenciables

Por: Luciana Vázquez |  Para LA NACION

Este es el reino de la percepción, el terreno de la medición de valoraciones. En este caso, por ejemplo, la cuantificación de la importancia que los argentinos y su clase política, los candidatos presidenciales, le dan a la educación. ¿En qué medida los postulantes están hablando de educación en sus campañas? ¿Mucho, bastante, poco o nada?

La percepción de la gente es contundente en este punto: el 86% de los argentinos cree que la agenda de los candidatos presidenciales no incluye el tema educativo. De ese porcentaje, el 55% piensa que hablan “poco” y el 31%, “nada”. Sólo el 4% y el 6% señalan que lo hacen “mucho” o “bastante”, respectivamente.

Así resulta de una encuesta realizada por la Fundación Cimientos, junto con la consultora Isonomía, a fines de mayo pasado, que alcanzó a más de 900 entrevistados a lo largo del país. Se trata del primer documento lanzado en el marco del proyecto “Sensor Cimientos de la educación en tiempo de elecciones”, que se desarrollará hasta octubre próximo.

“Buscamos que la educación entre en la agenda pública y se convierta en un elemento importante en la estrategia futura de nuestro país”, explica la directora ejecutiva de Cimientos, Agustina Cavanagh.

El debate electoral parece negarle a la educación esa importancia, por lo menos, según lo que perciben los argentinos. ¿Será que los políticos siguen las encuestas de opinión, en ese punto, y diseñan sus campañas y discursos en función de los intereses de los ciudadanos? ¿A los argentinos no les interesa la educación?

En principio, los resultados de la encuesta de Cimientos parecen confirmar esa hipótesis: cuando se les pregunta a los argentinos acerca del principal problema del país, la educación aparece en el sexto lugar. Encabeza el ranking la inseguridad, con un 45% de respuestas. Le siguen, la corrupción, la desocupación, la inflación y los problemas económicos en general, que se llevan el 27% de las respuestas.

Sin embargo, la encuesta encontró un matiz interesante en la percepción de los argentinos respecto de la educación: aunque no lo ve como el principal problema actual del país, el 97% considera que la educación es un “tema importante”. De ese total, el 84% cree que es muy importante y el 13%, bastante importante. El consenso se mantiene sin importar el sexo, la edad, el nivel educativo o socioeconómico de los encuestados.

¿Por qué la educación es tan importante para los argentinos? El 22% de entre quienes la valoran de ese modo dice que “es una base, un pilar”. Para el 15%, “mejora el país” y según el 12% representa “crecimiento y progreso”.

UN VALOR COMÚN

En este tema, la percepción de los argentinos está llena de paradojas. ¿Por qué una inmensa mayoría valora la educación, pero no la ubica entre los problemas prioritarios? “La educación es un valor común y un bien colectivo y en eso hay consenso. Al mismo tiempo, está la idea de que cada uno puede hacer su destino individual y salvarse, y entonces no es un problema”, dice Cavanagh.

Ante el mismo interrogante la doctora en Sociología de la Educación y codirectora del Programa de Educación del Cippec, Cecilia Veleda, responde: “Estoy cansada de esto de que a la gente no le interesa la educación. A todo padre le interesa la educación de su hijo, pero es muy difícil que se organice una demanda social colectiva por la calidad educativa. ¿Cómo criticar a una madre a cargo de un hogar, con apenas primaria terminada, que a duras penas logra llevar adelante su vida, por no plantear reclamos educativos?”.

Para Veleda, la responsabilidad de instalar el tema educativo con todo su peso corresponde a la clase dirigente. “En los países que han hecho grandes mejoras educativas, el propio presidente tomó el tema como prioritario, pero también los gremios y los empresarios. En la Argentina, la clase dirigente, que podría poner el tema en agenda, no lo hace”.

Desde Cimientos, Cavanagh coincide: “Los políticos están siguiendo las encuestas y el supuesto desinterés de la gente por el tema. Pero los candidatos deberían correr las preocupaciones de la gente para pensar hacia delante, hacia el futuro”.

Las encuesta de Cimientos también preguntó acerca de la percepción positiva o negativa de los argentinos sobre cuatro variables clave del sistema educativo: la calidad de la formación docente, de los aprendizajes de los chicos y de la infraestructura escolar y la capacidad del sistema para garantizar que los estudiantes terminen la escuela.

El promedio de las cuatro respuestas está cerca de un punto de equilibrio: un 45% de la opinión pública tiene una mirada “positiva” sobre la educación en la Argentina frente a un 52% con mirada “negativa”.

Este equilibro resulta llamativo cuando se lo contrasta con datos concretos sobre el estancamiento de la calidad educativa en evaluaciones nacionales o internacionales, que deberían resultar en una mirada mucho más pesimista.

Precisamente, para Veleda, esa percepción casi balanceada de la gente se relaciona con una “falla de información” en la sociedad. “Los expertos -afirma- tienen una mirada más aguda e informada que muestran las deficiencias, pero buena parte de la población no cuenta ni con las capacidades ni con las herramientas para valorar con precisión la realidad educativa.”

“Se valora mucho a la educación como concepto, pero se conoce menos cuál es el estado de la educación argentina”, sintetiza Cavanagh.